El GBC vuelve a casa con las
manos vacías otra vez, a pesar de haber luchado esta jornada. Aún no llega la
tan deseada primera victoria. Tras jugar contra el Barça la jornada pasada,
este domingo se enfrentaba al Unicaja de Málaga, equipo de Euroliga que, ahora
mismo, pasa por un buen momento.
En lo que
lleva de temporada, la suerte aún no juega a su favor. A este partido se
presentaba con tan solo 9 jugadores, dadas las lesiones de Díez (tobillo),
Iarochevich (apendicitis) y Jordi Grimau (menisco), lo que significa que
Ponsarnau debe contar más con jugadores que no suelen jugar muchos minutos en
los partidos. También decide viajar con Xabi Oroz, el jugador que viene del
Iraurgi ISB que no lo hace del todo mal. Tenía que contar con una buena
predisposición por parte de todos los jugadores ya que las bajas no facilitaban
mucho la cosas.
Se daba inicio
al partido con un centrado GBC. Se notaba la concentración y la lucha por la
primera victoria. Faltaban jugadores pero eso no hizo que bajaran la cabeza.
Consiguen estar luchando en todo momento del partido. Porsarnau decide que el
partido sea de muchas rotaciones, es decir, que jueguen todos para poder
mantener la intensidad. Gracias a la buena defensa de los donostiarras el
primer cuarto consigue acabar 15-15, a pesar del poco acierto por parte de
ambos equipos.
Durante el
partido no cambia mucho la forma de juego de ambos equipos. Es un partido
igualado, aunque el GBC consigue su
máxima diferencia a favor (20-28) gracias a un acertado Jordan, que acaba el
partido con 3/5 en T3, y en general con las buenas aportaciones por parte de
todo el equipo. Esta diferencia en contra hace que el Unicaja suba la
intensidad y aprovechándose de sus jugadores y de que el GBC deja de anotar, acaba
el cuarto 30-28 pero sin terminar de entrar en el partido.
Inicia el
tercer cuarto con buena intensidad por parte de los malagueños. El GBC se basa
en Doblas, pero nadie sabe qué está sucediendo con él en estos últimos
partidos. Tanto los bases como los aleros, defienden mucho la línea de pase, y
gracias a eso consiguen robar el doble de balones que el Unicaja, aunque por
otro lado sufrimos mucho con las faltas cometidas. La intensidad del Unicaja va
bajando y juegan muy confiados. El equipo guipuzcoano cuando puede aprieta,
aunque no lo suficiente para poder sacar una ventaja en el marcador y consigue
llegar vivo al último cuarto.
Se podía apreciar
que el Unicaja jugaba con desgana. Confiaba en que en cualquier momento podían
meter la marcha y conseguir una buena ventaja frente a sus oponentes. Y ese
momento llega en los últimos 4 minutos. El GBC nota entonces que no se puede
ganar sólo con ganas de luchar. Y aunque ellos pongan mucho de su parte, la
calidad del Unicaja les acaba ganando. El resultado final (74-59) no es tan
igualado porque llega un momento en el que el equipo donostiarra ya no puede
hacer nada, la diferencia aumenta, y la merecida derrota no es tan grande.
Personalmente,
a mi me gusta este equipo y la forma en la que juega. Tienen jugadores como
Hanley, Díez, Motos, Iarochevich, Huskic y Olaizola que están en el momento de
ir aprendiendo de jugadores más veteranos como Doblas, Franch, Dean, Jordan y
Grimau. Necesitan luchar más por lo que
quieren, pero eso se puede conseguir poco a poco. Nos falta un poco más de suerte
en todos los ámbitos: lesiones,
acierto… Creer en que pueden conseguirlo tampoco les vendría mal, y además la
afición ayuda mucho. Poco a poco irán ganado partidos y podrán demostrar lo que
son capaces de hacer, como el año pasado. Hay trabajo por hacer, sí, pero cada
uno de ellos quiere mejorar y nos lo intentan demostrar en cada partido.
Escrito por Paula Pérez Oliver (@Pauperezol11)

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